MENÚS EN CRISIS

CONTROLAR EL GASTO EN LA COCINA

Ahora que estamos en crisis, a nuestra habitual falta de tiempo y búsqueda de comodidad y sencillez en la cocina, se une la necesidad de optimizar el gasto.

Y para ello, podemos recuperar y actualizar una habilidad tradicional de toda buena cocinera: aprovechar los restos, versión moderna.

El truco está en planificar hasta las improvisaciones. Muchas (y muchos) cocinamos en bloque, es decir, de una vez para varios días. Con la inestimable ayuda del congelador (y el microondas), podemos hacerlo sin renunciar a la variedad en los menús.

Separa y congela una porción de pasta ya cocida, de arroz en blanco, de garbanzos, de verduras cocidas... todo junto hará un estupendo potaje, con sólo añadirle unos trozos de jamón serrano, panceta o chorizo.

Si haces guisantes con jamón o a la francesa, cocina el doble de guisantes de lo necesario, y separa el exceso en tuppers pequeños, con la cantidad apropiada para usarlos como guarnición en un plato de carne (dos o tres cucharadas por persona es suficiente).

Separa y congela también tuppers con arroz, garbanzos, alubias (habas, judías secas, fabes), etc. Servirán como guarnición o como parte de un potaje, y de muchos otros platos. Guarda los restos de verduras, crudas o cocidas, para hacer cremas y sopas.

Por ejemplo, con arroz ya cocido, y un sobrante de lomo en salsa, y diez minutos, tendrás un estupendo arroz caldoso. 

Así que, ¿por qué no planificarlo desde el principio? Asas el lomo, procurando hacer un poco de más; al día siguiente, tienes resuelta cena o merienda con bocatas de lomo, y para no cansar, el resto al congelador, con su salsa. En su momento, descongelarás arroz y lomo, lo dejarás al fuego unos minutitos a fuego lento y listo. Con el mismo esfuerzo, el mismo tiempo y casi el mismo gasto de cocina, has resuelto al menos tres comidas.

PATÉ DE MEJILLONES

En resumen, el truco está en planificar con cuidado; te ahorrarás dinero y tiempo.