El refrán es viejo, y como
casi todos los refranes viejos, está sobradamente demostrado. Pero el orden de
factores no altera el producto, así que el oro también es tiempo.
Tiempo que empleamos en
ganarlo, claro. Y tiempo que compramos con él para dedicarnos a lo que
realmente nos gusta. ¿Seguirías trabajando en lo mismo y en las mismas
condiciones si tuvieras unos millones de euros en el banco? Probablemente te
dedicarías a otras cosas más satisfactorias. El dinero compra cosas, pero también
libertad para dedicar tu tiempo a lo que quieres. Y quizás ése sea el auténtico
lujo.
En esta época de crisis
económica global, se alzan muchas voces llamando a la frugalidad, al ahorro, a
la contención. Pero gritan más las voces del mercado, del consumismo, del gasto
superfluo, y no es fácil resistirlas. Vivimos en la sociedad en que vivimos, y
eso implica ciertas normas.
Aunque tal vez sean solo
pautas generales, y caemos en la trampa una y otra vez: trabajar más para ganar
más y gastar más en todo lo que ya no tendremos tiempo para disfrutar, porque
estamos ocupados ganando dinero para comprarlo.
El salario mínimo
interprofesional para el año 2011 en España está fijado en 21,38€ diarios,
641.40€ mensuales. La jornada a tiempo completo está regulada en un máximo de
40 horas semanales. Ya sabemos lo elástico que puede llegar a ser ese máximo, aunque
bastantes convenios colectivos la fijan en 37,5 horas semanales.
Según el INE, en su
Encuesta Anual de Estructura Salarial de 2009 (la última publicada hasta el
momento), el salario medio en España es de 21.511,47€ (dos pagas extras
incluidas).
Si partimos de la base de
un trabajo estándar, de lunes a viernes, con un mes de vacaciones pagadas y una
media de 12 festivos anuales, tenemos 230 días de trabajo efectivos por año, es
decir, 1.840 horas anuales.
Por tanto, para este
trabajo estándar con salario medio tenemos una retribución salarial de 11,69€ por
hora de trabajo.
Nota: para el salario mínimo
interprofesional, tendríamos una retribución salarial de 4,88€ por hora de
trabajo.
Pero volvamos a nuestros
cálculos. Tenemos 11,69€ por hora de trabajo, como ingreso bruto, pero eso no
es exactamente así; de ese importe hay que descontar seguridad social y demás
gastos comunes, IRPF, vestuario específico, las comidas fuera por causa del
horario, el aparcamiento, el gasto de transporte, el gasto en guardería o
niñera o asistenta, en su caso, y seguro que se me olvida alguna cosilla más. Y
al cómputo de horas hay que añadirle las que no se cuentan pero existen:
transporte, horas extras no cobradas, cursos no computables, etc. Y esto
suponiendo que tu trabajo no implique menos sueldo o más horas, claro. Siendo
muy optimistas, podemos dejarlo en 10€ por hora. En algunos casos será un poco
más, en la mayoría un poco menos, pero para el cálculo estimativo nos sirve.
Y seguimos, que ya estamos
llegando a un punto fundamental, que surge precisamente con estos cálculos, y
que tal vez no te has planteado nunca: el coste real de las cosas.
No el coste en dinero, que
eso es fácil de saber, sino el coste en horas de tu vida, las horas que tienes
que trabajar para conseguir ese dinero.
Empezamos con el coche: un
turismo pequeño, como un Opel Corsa, un Peugeot 207, un Ford Focus, lo podemos
encontrar nuevo por entre 10.000 y 15.000 euros. Eso son entre 1.000 y 1.500
horas de trabajo. Si queremos algo un poco mejor, dentro de la gama media, nos
ponemos en 25.000 ó 30.000 euros. La diferencia entre un coche y otro son 1.500
horas de trabajo efectivo.
Tendrás un coche un poco
más grande, un poco más rápido, un poco más mono... pero te costará 1.500 horas
más de tu vida. Estarás trabajando para comprar ese coche 8 horas diarias
durante 187,5 días más que para el otro. ¿Te compensa?
Lo mismo pasa si evalúas
las cosas pequeñas: esos zapatos rojos imitación pitón tan monos, tan trendy y
tan baratos solo cuestan 50€, es decir, 5 horas de tu vida... ¿seguro que te
los vas a poner con frecuencia suficiente como para amortizarlos?
No, no te estoy diciendo
que te abstengas de comprar, ni que te limites a los zapatos de 20€. Pero sí
que antes de sacar la cartera, te asegures de saber cuanto de tu tiempo vas a
gastar, y si realmente vale la pena.
Hay muchas maneras de afrontar
la crisis, y de añadir sensatez a nuestra política de gasto doméstico. El
reciclaje es una de ellas, y se demuestra facilmente.
Ahora están de moda los
muebles claros, en blanco o blanco roto. Añaden luminosidad, amplían
visualmente el espacio, dan un aspecto limpio y ordenado, y además, ¡nos
encantan! Pero claro, los muebles no son precisamente baratos.
Supongamos que tienes un
mueble oscuro en el salón. Te tiene harta, se conserva bien, pero es tan
oscuro, tan fúnebre, tan... pasado de moda. Serías mucho más feliz con un
bonito mueble blanco, ligero, de líneas rectas.
Antes de lanzarte, calcula
cuántas horas tuviste que trabajar para comprar el mueble que tienes, y cuántas
te va a costar el nuevo. Una barbaridad, ¿no?
Quizás tendrías que
replanteártelo... ¿cuántas horas te llevaría pintar de blanco el mueble que ya
tienes? el gasto en materiales (pintura acrílica, imprimación todo terreno, pincel,
rodillo, lija), digamos 30€, súmalo también al recuento. ¿Qué te compensa más?
¿Comprar mueble o pintar el tuyo?
Antes de gastar ese dinero
que tantas horas de tu vida te cuesta ganar, piénsatelo bien.
Aviso
legal: La imagen de billetes de euro es propiedad de Rage
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dicha imagen representa un billete emitido por el Banco Central Europeo (BCE).
Este diseño se encuentra registrado por el BCE, quien permite su uso
condicionalmente a las Decisiones BCE/2003/4
y BCE/2003/5
de 20 de marzo de 2003 y, "en anuncios publicitarios o ilustraciones,
cuando no haya posibilidad de que se confundan con billetes auténticos".
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