Esta fotografía me la envió
su autora, Claudia, hace unos días... el 16 de octubre, concretamente. Estuvo
allí, en medio de la gente, manifestando su indignación.
Si no fuera por el letrero
luminoso, podría tener 20 años, 40, 60... o 100. Pero ahí está el letrerito
para recordarnos que esto, sea lo que sea, está ocurriendo ahora mismo.
Sabemos que la historia es
cíclica. Y por lo que se ve, somos Sísifo, condenados a repetirla una y otra
vez. O quizás, simplemente, ésa es nuestra naturaleza.
Una vez más hemos hecho
oídos sordos a los truenos, y una vez más la tempestad está a punto de tumbar
nuestros tejados de paja.
De nuevo el criado infiel
traiciona al amo, pero, ¿no tiene culpa también el amo que lo contrata y no
pide cuentas?
Tenemos mucho en qué
pensar, y quizás ya sea tarde. Pero aquí están, ellos y sus paraguas. Sí,
paraguas. Lo primero que me llamó la atención de esta fotografía. Los veréis
mejor en la versión original, la imagen tal cual la tomó Claudia, antes de
modificarla y darle ese aire intemporal:
Paraguas, porque eso es lo
que son, al menos para mi alma de norte brumoso, lluvioso, húmedo... aunque los
estén usando como sombrillas, como parasoles.
Estaban allí reunidos, el
día 15 de octubre de 2011, mirando hacia la catedral de Sevilla. Con sus
paraguas. Algunos se están dando cuenta de que se acerca el temporal, pero,
¿sabrán como atajarlo?
Tal vez, si no se dejan
llevar por el impulso de romperlo todo y empezar de nuevo, y caen en el detalle
de que no se trata tanto de cambiar radicalmente el sistema, como de velar por
el cumplimiento de sus reglas, mantenerlo.
El truco no suele estar en
cambiar las leyes, sino en hacer que se cumplan las que ya tenemos y pedir
responsabilidades a quien corresponda.
Los jóvenes, los
indignados, aparecieron con fuerza y de pronto casi desaparecieron. Ofrecen
indignación, pero no soluciones, de momento.
Y ahora... ¿qué hacemos?
Aviso
legal: las fotografías son propiedad de su autora, quien ha
autorizado a Cluberas su
publicación, y tienen reservados todos sus derechos, incluído el de
reproducción. Gracias, Claudia.
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